sábado, 13 de septiembre de 2008

"LA TRAGEDIA EDUCATIVA"


El relato sería...

Maestro: "Qué hacer con tantos problemas. Hasta dónde uno puede "hacer carne" de cada situación en particular".
Directivo: "Es preciso, mostrarnos capaces de poder brindar herramientas a nuestros alumnos."
Secretario: "Para qué tanto sacrificio, al final nadie reconoce nuestro esfuerzo".
Maestro: "Es verdad"
Padre (escucha en el pasillo): "Así que nadie reconoce el esfuerzo. Yo por el contrario venía a agradecer la charla que tuvieron con mi hija para que siga estudiando. Por el contrario, creo de mucho apoyo la profesión de ustedes."
Maestro: "¿Sirvió la charla? Pasan tantas cosas por nuestra tarea diaria que a veces sentimos que una -simple- charla no logra nada. Tenemos tanto para modificar, tenemos un sistema lleno de miserias, de contradicciones, errores, subestimaciones, en fin, nos sentimos solos."
Directivo: "¡Es posible! Siempre lo creí. Somos una fuente de inserción, un mediador entre el saber y el alumno, no nos debe avasallar la tarea, las políticas, los discursos oportunistas. Somos docentes, damos, donamos, brindamos, guiamos a los demás y nos permitimos aprender."
Padre: "Sí, son verdaderos partícipes de muchas oportunidades y logros. Fueron y serán una herramienta sustancial para el crecimiento de un pueblo que demanda de ustedes el mayor de los esfuerzos, que requiere responsabilidad y co- responsabilidad."
Secretaria: "Pero, ¿solos?"
Bibliotecaria (entra en escena): "Perdón, pero escuché la charla. Por supuesto que los maestros fueron -desgranados- por un sistema perverso y absurdo, donde cada oportunidad electoral de algún sector, pretendió sacar crédito de ustedes. Pero qué maravillosa tarea realizan. Transforman, que no es poca cosa."
(Sale la bibliotecaria del pasillo entre dirección y secretaria. Vuelve a su hora)
Alumna: "Martha (bibliotecaria), ¿qué pasó?
Bibliotecaria: "Nada, en verdad, todo. Docentes confundidos, directivos convencidos, padres acompañando, secretarias poco objetivas. De todo. ¿Cómo te sentís en la escuela?."
Alumna: "La verdad...INCREÍBLE. Siento que es el lugar más contenedor y reflexivo que hay, a pesar de todos los problemas de salario docente, situaciones con papás, etc."
Personal de Maestranza: "Sí, Paula (alumna) es verdad. Yo toda la vida sentí hablar mal de los maestros, de su desprestigio profesional pero son los únicos que tratan de ayudar a superar todas las dificultades a sus alumnos y familias de ellos."
Alumna: "Obvio. Siempre se los critica, pero yo me pregunto, ¿qué hacen los demás? Hablan y no actúan, siempre hablan y no nos permiten (adolescentes) dar opinión."
Directora: "Se acaba de ir el padre, agradecido por el acompañamiento. Entendimos que los problemas persistirán a pesar de todo, pero qué grato es saber que no estamos solos, qué es posible transformar las realidades más urgentes, acompañarlos y colaborar con su formación integral. Mejor sigamos trabajando y, vos Paula, andá para el salón. ¿Qué hacías dando vuelta?."


"LA TRAGEDIA EDUCATIVA"
Echeverri, C.
-1997-

2 comentarios:

Dilaca dijo...

La tragedia educativa es un libro que me dejó mucho para pensar. Antes de hacer la relectura, se lo presté a un joven docente esquinense que ejerce en Buenos Aires. Siempre me promete devolverlo, pero se le olvida cada vez que viene aquí.
No importa mucho no tenerlo, si sé que a él le ha sevido.

Dilaca dijo...

Para que una alumna responda que se siente "increíble" en la escuela, falta mucho por hacer.No de parte de los docentes ( la mayoría sabe de su función y obedece su vocación), pero también.
EL entorno, las políticas, son factores serios que no consideran soluciones para que la educación deje de ser una tragedia como la plantea Jaime Etcheverry